miércoles, 6 de febrero de 2013

¿Por qué nunca antes se había hecho un Raid Esculta?

Ante la propuesta de una actividad como la de este fin de semana, todos exclamaríamos "¡Qué gran idea!" o "¿¡Por qué no se nos habrá ocurrido antes!?" Nosotros tenemos la respuesta a esta última pregunta...
Nuestro fin de semana comenzaba viéndonos todos las caras en la Fuente Luminosa demasiado temprano para nuestro gusto, con todas las unidades escultas de Las Palmas y con muchas botellas y garrafas de plástico rulando por ahí. Nada más pedir un poco de dinamismo, nos pusimos manos a la obra y metimos todas las maletas y demás en la guagua, y cómo no, Ana se volvió a quedar enganchada en la bodega...
Nos subimos en ella por grupos y  una vez arriba ya comenzamos a hablar con todos los escultas de la rama.
Fue un trayecto ameno, hablando de nuestros próximos planes o de amores imposibles. Estas conversaciones cesaban al mismo tiempo que llegábamos a San Mateo.
Nada más bajarnos de la guagua, hicimos una danza propuesta por la esculta del Doramas 104 para conocernos todos un poco mejor y después una partidita de cartas para no perder las costumbres.
Cuando ya nos encontrábamos todos, tanto scouters como escultas, sonó un fuerte IMIDAGÜEN por todo el pueblo, y seguidamente nos repartieron por grupos para comenzar el raid.
Ya divididos, venían a explicarnos nuestro primer reto: hacer el menú y realizar la compra.
Parecía fácil y bastante beneficioso para el "Spar" más cercano, pero de ahí salieron cosas como carros llenos de compotas o especias para macarrones.
Llegamos a la base del Roque Nublo y comenzamos el pateo, he de decir (sin ofender) que el mapa no servía ni pa' quemarlo, era muy ambiguo y confuso, así que no se nos ocurrió otra cosa mejor que preguntarle al amable hombre que vende suspiros de Moya en el puesto que se encuentra en aquel lugar y nos dijo, literalmente, "siempre hacia la izquierda". Y así hicimos, comenzamos a patear y ya se nos presentaba una bifurcación así que el grupo 1 esperó al grupo 2 y así sucesivamente hasta que se reunieron los tres primeros grupos y todos tiraron hacia la izquierda. Era algo extraño llevar ya una hora caminando y no habernos encontrado ninguna prueba, así que anunciamos lo evidente: estábamos perdidos (música de tensión*)
Seguimos caminando, pues no podíamos hacer otra cosa  y... nos encontramos con dos grupos más (también extraviados)
Ya bastante agobiados, decidimos llamar a algún scouter y rogarle que nos enseñara las cámaras ocultas. Después de esa llamada, todos juntos (casi 50 personas) nos dirigimos hacia el primer punto de control y, seguidamente, paramos a almorzar, momento en el que ya los grupos se diferenciaron y se dispersaron.
Continuamos caminando, esta vez sin dificultad, recogiendo a miembros rezagados de los grupos que nos habían adelantado
Llegamos a la segunda prueba, que consistía en conseguir el menor número de pies en el suelo, cosa que parecía bastante fácil... ¡Llegamos a tener solo dos puntos de apoyo siendo 10 personas!
Seguimos con la ruta, bajando un barranco y a Naomi no se le ocurre otra cosa que llevarnos por el camino de las tuneras (es que le gustan los retos) y después de nuestra intrépida aventura dimos con la carretera del cruce de Ayacata.
Caminando caminando, tuvimos tiempo de conocer a magníficas personas: un niño que chupaba pilas por el lado positivo para ser más optimista u otro chico que era polifacético
Llegamos al segundo punto de control, donde nos reunimos con otros dos grupos, los cuales hacían cola para realizar la prueba que consistía en un juego de sentidos, cosa que no tenemos muy asimilada, dado que confundimos el tomate con el pimiento...
Continuamos con nuestra ruta y nos encontramos un coche en el que iban Raquel y sus padres (tramposilla) y les pedimos que nos pusieran música tipo cabalgata para ir acompañados, pero se limitaron a reír, a asentir y a pisar el acelerador, dejándonos solos y desolados :(
El resto del camino era coser y cantar (-¿Saben coser? +No -¿Saben cantar? +Tampoco -...) fue por carretera y nos cayó la noche encima, pero llegamos sanos, salvos y cantando "Mi caballo camina pa' lante" a la Presa de Las Niñas, donde nos hicieron la última prueba que consistía en un "rosco" como el de Pasapalabras.
Montamos nuestras casetas, arreglamos casetas destensas, y estuvimos esperando al grupo de Irene, que se había perdido.
Cenamos con nuestros respectivos grupos y algunos nos fuimos a la cama y otros se quedaron haciendo cosas malvadas.
Una vez dentro de la caseta, vinieron Bur e Ikki a cotillear y nos pidieron que no sacáramos los pies del saco, porque... FOOOOS
Luego, hicimos el típico cálculo de "Si nos quedamos dormidas ahora, nos quedan X  horas para dormir" pero no nos dio tiempo ni a acabar la frase, nos quedamos dormidas en un abrir y cerrar de ojos.
La noche transcurrió con normalidad, sin nada lo suficientemente importante como para destacar.
A la mañana siguiente, hicimos la diana y nos pusimos a cocinar el desayuno. Después, nos pusimos a hacer unas barcas, por grupos, con botellas y garrafas de plástico. Teníamos que conseguir que flotase en la "presa" y que se montaran el máximo número de componentes del grupo.
Había de todo: una tabla parecida a la de coger olas, un donut, un montón de botellas juntas y una plancha tipo "perdidos en una isla desierta".
Nos pusimos en camino de la "presa" pisando barro y dejando cholas atrás. Comenzaba la competición vimos a todos los "machotes" de la rama meterse en el agua "limpia" de la "presa" uno por uno, ninguno se arriesgaba a introducir a algún compañero, hasta que... CHAN CHAN CHAN llega el grupo #1 y se tira, Pablo (Doramas 104) grita : "¡Venga, que esto aguanta!" y ya va Ana y también se mete. Nadan un poco, se echan unas risas, vuelven y se autoproclaman ganadores por aplastante diferencia.
Después de esto, volvimos al lugar de campamento y nos dividimos por grupos: unos preparaban el almuerzo, otros recolectaban el material y otros hacían batida por la zona para dejarla en mejores condiciones.
Almorzamos y nada más terminar nos despedimos, cantamos el adiós scout e hicimos un túnel de fulares porque teníamos ganas.
Gracias a la colaboración de todos pudimos salir de inmediato sin sufrir ningún contratiempo.
Una vez arriba, en la parte accesible para el transporte, nos despedimos con mucha tristeza, ya que habíamos pasado un fin de semana genial, pero con la recompensa de haber conocido a personas maravillosas.
Y aquí señores, tienen la respuesta a la pregunta de por qué nunca antes se había hecho un raid esculta.

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